Mientras China sigue desarrollando una versión digital de su moneda, Estados Unidos explora el camino para que la Reserva Federal emita un dólar similar.
Otros países como Suecia, Canadá, Suiza, Reino Unido, Japón y el Banco Central Europeo también están analizando las ventajas y los riesgos de crear dinero virtual regulado y con respaldo en las monedas de cada nación.
En el último Foro de Davos llevado a cabo en Suiza, el tema estuvo en la mesa, especialmente porque China confirmó que el diseño de su «yuan digital» ya está finalizado, aunque aún no ha dicho ninguna fecha para su lanzamiento.
Nadie se quiere quedar fuera de la carrera. Menos aún EE.UU., que no está dispuesto a cederle territorio a China arriesgando la histórica supremacía que ha tenido el dólar.
Aunque en un mundo digitalizado, el papel podría quedar relegado a un segundo lugar.
Pero… ¿qué es exactamente un dólar digital?
A diferencia de las criptomonedas u otro tipo de representación digital de dinero utilizada por la banca comercial, las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) tienen su equivalente en el mundo real, es decir, están respaldadas por dinero físico y sometidas a las regulaciones de cada país.
Un dólar digital, entonces, es como tener dólares de papel, pero en el mundo virtual. Se podrían comprar desde cualquier parte del mundo e intercambiar por billetes.
La principal diferencia con otro tipo de monedas digitales es que lo emitiría la Reserva Federal (equivalente al banco central de Estados Unidos), y no, por ejemplo, las plataformas que transan criptomonedas.
Quienes promueven su creación argumentan que aumentaría la velocidad de los pagos interbancarios transfronterizos y disminuiría los costos de las transacciones.
Si Estados Unidos no lo hace, «se quedará atrás, en la medida que otros bancos centrales vayan llenado el vacío», le dice a BBC Mundo John Velissarios, jefe global de Tecnología Blockchain de la consultora estadounidense Accenture y parte de la iniciativa privada U.S. Digital Dollar Project.
Una moneda de un banco central «tiene un emisor de confianza con un claro vínculo a su moneda legal«, explica, y «tiene una forma estable de valor».
¿Se acabarían los dólares de papel?
El dólar digital existiría de manera paralela al papel. En la práctica, estaría basado en la tecnología blockchain (cadena de bloques) y operaría bajo el control de las autoridades.
Garrick Hileman, jefe de Investigación de la plataforma Blockchain.com, le dice a BBC Mundo que pese a las reticencias de los bancos centrales a apresurarse en emitir este tipo de monedas, «el panorama competitivo puede forzar un cambio» para que las cosas se aceleren.
Y la presión viene de distintos lados, tanto del próximo lanzamiento que hará China del yuan digital, como del proyecto Libra de Facebook o el crecimiento de criptomonedas como el bitcoin.
«Son desafíos significativos al actual status quo dominado por el dólar estadounidense», explica Hileman.
¿Cuáles son los beneficios?
Los pagos serían más rápidos y más baratos. Actualmente las transferencias internacionales pueden demorar varios días y la comisión por el servicio supera en algunos casos el 10%.
«El objetivo es que los pagos funcionen como si fueran un correo electrónico: rápidos y gratuitos para el que manda y para el que recibe», apunta Hileman.
Por otro lado, las transacciones serían más seguras, dado que los depósitos tendrían el respaldo directo de un banco central.
Esto, teóricamente, dejaría a los clientes menos expuestos en caso de que se produzcan «corridas bancarias» en situaciones de crisis.
¿Cuáles son las desventajas?
Pero también se puede dar el escenario inverso, si en un período de crisis, los clientes deciden trasladar sus depósitos desde la banca comercial hacia los bancos centrales, provocando inestabilidad financiera.
Tampoco está resuelta la interrogante, dice Hileman, sobre si es apropiado que los bancos centrales se hagan cargo de clientes de la banca personal y otras operaciones minoristas (como el manejo de cajeros automáticos).
«Los gobiernos dirán que es dinero seguro«, señala Javier Pastor, director comercial de la empresa Bit2Me, en diálogo con BBC Mundo.
Pero el fondo de asunto, explica, es que «están interesados en desarrollar monedas digitales para mantener el control del dinero».
«Es más de lo mismo, no le veo ventajas al dólar digital», dice Pastor, al compararlo con las criptomonedas como el bitcoin.
«La ventaja de las criptomonedas es que el propio individuo controla su dinero. No necesita otra entidad como un banco para hacer transferencias de forma segura».
Sin embargo, quienes critican a las criptomonedas dicen que se trata de «humo» porque no tiene ningún respaldo en el mundo físico y las gigantes fluctuaciones del precio las hacen inseguras.
¿Cuándo serán lanzadas al mercado las monedas digitales «oficiales»?
Expertos plantean que mientras China no emita un yuan virtual el resto de las monedas digitales de los bancos centrales seguirán en un período de observación.
Pero si China sorprende y actúa, es posible que el proceso de digitalización monetaria tome un poco más de fuerza a nivel de las autoridades.
«Lo más probable es que además de los bancos comerciales, otras instituciones financieras tengan acceso a depósitos digitales de los bancos centrales», proyecta Hileman.
Pero no ven probable que en el corto plazo los individuos puedan hacer transacciones con dólares digitales emitidos por la Reserva Federal.
Como sea, se están moviendo las piezas del tablero en las altas esferas del mundo financiero.