Pocos se habrían imaginado hace una década que el imperio gastronómico del chef estrella de la televisión Jamie Oliver caería en la bancarrota.
Oliver anunció este martes que se encuentra «devastado» luego de que los 22 de los 25 restaurantes de su grupo (que incluyen negocios como Jamie’s Italian, Barbecoa y Fifteen) fueran declarados en Reino Unido en bancarrota, provocando la pérdida de 1.000 empleos.
«Comprendo lo difícil que es esto para todos los afectados», declaró el chef, al tiempo que agradeció al personal, los proveedores y los clientes.
Con esta decisión, el grupo de restaurantes quedó en manos de la firma administradora KPGM, encargada de llevar adelante el proceso legal.
Los nuevos administradores declararon que a pesar de que el propio Oliver inyectó fondos adicionales por una valor de US$5 millones desde comienzos de este año, la inversión no fue suficiente para asegurar la sobrevivencia del negocio.
Las ventas de Jamie’s Italian cayeron más de 10% el año pasado, provocando el cierre de doce restaurantes y el despido de alrededor de 600 empleados.
En aquella ocasión, la cadena solo se salvó de la quiebra gracias a una inyección de dinero de la fortuna personal del chef a último momento.
En ese contexto, Oliver acusó al Brexit de haber encarecido los precios de los ingredientes utilizados para preparar sus platos italianos, debido a la depreciación de la libra esterlina desde el referéndum de junio de 2016.
La fama de una estrella de la televisión
Oliver comenzó a ganar popularidad cuando creó su propio programa, The Naked Chef, transmitido por la BBC a fines de la década de los 90.
Desde entonces, montó un imperio en base a programas de televisión, publicaciones y restaurantes, además de protagonizar campañas por la comida saludable en las escuelas.
«Lanzamos Jamie’s Italian en 2008 con la intención de transformar de manera positiva el mercado gastronómico de rango medio en el Reino Unido, con gran valor e ingredientes de calidad, los mejores estándares de bienestar animal y un increíble equipo que compartió mi pasión por la buena comida y servicio», dijo el emprendedor.
«Y lo hicimos».
Pero a partir de 2015 empezaron los problemas económicos con el cierre de algunos de sus restaurantes y tiendas de artículos de cocina.
Y en octubre de 2017, su revista de comida dejó de publicarse después de casi 10 años de circulación en el mercado.
¿Cómo llegó a la quiebra?
Simon Mydlowski, analista especializado en el sector, dice que uno de los factores que afectaron los negocios del chef, es que estos no lograron mantenerse al día con las cambiantes tendencias de la industria.
«Para tener éxito en este sector, tienes que renovarte constantemente, desde las opciones de menú y bebidas, hasta la manera en que te relacionas con los clientes».
«Cuando tienes que enfrentar una renta más alta, precios de los alimentos más altos y mayor competencia, los restaurantes necesitan marcar una diferencia«, agrega.
«No es una coincidencia que las marcas más pequeñas con mayor libertad y flexibilidad, son las que están teniendo buenos resultados».
Por otro lado, el grupo de Oliver es una de las últimas víctimas de un complejo escenario comercial en Reino Unido.
A principios de este año la cadena de cafés Patisserie Valerie fue declarada en quiebra, con el cierre parcial de sus locales y la pérdida de casi 1.000 empleos.
Otras cadenas de rango intermedio que han enfrentado situaciones similares en los últimos años han sido Byron Burger, Prezzo y Carluccio’s.