Una combinación de fechas hace coincidir en la misma semana dos eventos clave: la reunión de política monetaria de la Fed y el dato de empleos de Estados Unidos. Huelga aclarar que son motivos suficientes para comprender que la semana que se avecina es por demás importante en los mercados.
Los datos de Estados Unidos de las últimas sesiones no dejan mucho lugar a dudas: la economía sigue muy fuerte, como lo mostró el PIB del primer trimestre, cuya primera cifra, la que marca el camino, se situó en el 3.2%, muy por encima de lo esperado.
El dólar, como era de esperar, reaccionó al alza, pero solo por minutos: era tan claro que iba a ser positivo el informe, y había crecido tanto el dólar en los días anteriores, que solo se podía esperar un retroceso, como con el que termina la semana. Esta caída, claro está, no es significativa y no empaña su dirección alcista de corto plazo en todos los frentes.
Donde sí se percibe una cierta cautela es en la Bolsa de Nueva York. Luego de varios días de euforia, que llevaron a los índices a sus máximos anuales en varias oportunidades durante la semana -incluso el Nasdaq 100 tocó un nuevo registro máximo histórico-, sobre el miércoles aparecieron algunos nubarrones que de alguna forma limitaron esa ola de compras. Algunas corporaciones presentaron ganancias importantes en su balance anual, pero mostraron algunos costados débiles en sus ventas en algunas latitudes, lo que hizo retroceder casi de inmediato a los índices, y generar algún tipo de dudas para el futuro.
También fue inmediata la reacción de los mercados buscando refugio: el yen, que se mantuvo sin movimiento durante casi 15 días, reaccionó con un alza que acelera sobre el cierre semanal, al tiempo que la onza de oro recuperó, y superó ampliamente, la cota de 1280 dólares, encaminando su nueva tendencia alcista a 1288 dólares en una primera instancia.
A su vez, el petróleo, que había llegado a su máximo desde fines de octubre de 2018 al superar los 66 dólares, pierde terreno rápidamente, más de 3 dólares por barril WTI sobre el cierre del viernes, poniendo en duda su tendencia alcista de corto plazo. Esta quedaría invalidada al quiebre de 63.10 dólares. El Brent, referencia en Europa, llegó a su máximo de 5 años esta semana, para retroceder de la misma forma el viernes.
En cuanto a las monedas del viejo continente, terminan una semana para el olvido. El euro cayó de 1.1175, donde aparecía un soporte de enorme importancia: un 61.8% de retroceso de 1.0340/1.2555, cuyo quiebre aún queda por confirmar la semana que entra. Pero si finalmente es confirmado, con una caída debajo de los mínimos de 1.1115, la moneda única se encaminará hacia 1.0920 en primera instancia, y más abajo a 1.0720, gap del 24 de abril de 2017.
La libra esterlina volvió a caer, aunque sin informes importantes. En su caso, la incertidumbre del Brexit sin definición y, sobre todo, la inmovilidad obligada por este motivo que sufre el BoE en materia de política monetaria, no hicieron más que afectar a la moneda británica que, al igual que el euro, cierran la semana con una ligera recuperación. Le será difícil, de todos modos, superar 1.3000.
La reunión de la Fed antes mencionada podría ponerle un freno al dólar. Jerome Powell y su gente han sido claros: no habrá alzas de tipos de interés en 2019, algo justificado si se tiene en cuenta que aún se mantienen los temores a una desaceleración de la economía global. Sobre este punto hablará el presidente Powell al finalizar la reunión, y si se cumple lo que sucedió en reuniones anteriores, el dólar no tendrá mucho para festejar.
El dato de empleos, en tanto, luce lejano aún. Las estimaciones no se mueven de los 180 a 185 mil empleos, pero normalmente terminan demasiado lejos de las cifras publicadas como para ser consideradas serias. Es claro que una generación de más de 200 mil nóminas en el mes que finaliza sería un bálsamo para el dólar, que tal vez llegue algo golpeado a esa instancia.
Como se ve, una semana que, además de informes importantes, ofrecerá movimientos relevantes en todos los frentes. Y de su mano llegarán las oportunidades de negocio.