Que a día de hoy nos quedemos sin batería en nuestro teléfono ya no es tan dramático como podía serlo hace unos años.
En la actualidad existen puertos USB para cargar nuestros móviles por doquier. Los hay en aeropuertos, en los baños públicos, en cualquier hotel, en cada centro comercial y cada vez más en medios de transporte como aviones, autobuses y trenes.
Esto que parece tan ventajoso encierra un peligro para nuestra privacidad. La disponibilidad masiva de estos puertos es en realidad una brecha que los cibercriminales podrían utilizar para acceder a nuestros datos más sensibles.
Por esta razón, hace unos años que están en el mercado los llamados bloqueadores de datos USB, mejor conocidos como«condones USB«.
Y aunque estos «preservativos» no son de látex, son igual de efectivos.
Protegen contra los peligros del llamado juice jacking, una especie de ataque cibernético que consiste en que «los criminales instalan un programa malicioso en los puertos de carga de las estaciones que infectan teléfonos y otros dispositivos de usuarios desprevenidos».
Así lo alertó a comienzos de noviembre Luke Sisak, asistente de la Fiscalía del Condado de Los Ángeles, en Estados Unidos.
¿Cómo funcionan?
Los «condones USB» son pequeños adaptadores USB con puerto de entrada y salida que permiten la alimentación energética del dispositivo pero bloquean el intercambio de datos.
Su precio ronda los US$10 y son pequeños y, por tanto, portables.
Según Sisak, las consecuencias de un ciberataque de esta naturaleza pueden ser «demoledoras».
«Una carga gratuita de tu dispositivo puede vaciar tu cuenta bancaria. Si los cibercriminales consiguen instalar el malware, pueden bloquear tu teléfono, robar información muy sensible como los datos del pasaporte o la dirección domiciliaria», alertó en un video el asistente de la Fiscalía del Condado.
Las infecciones por softwares maliciosos «secuestran la potencia informática, resultando en un mayor uso de la computadora y una ralentización de los dispositivos», de acuerdo a un informe sobre ciberseguridad de la compañía tecnológica IBM.
El mismo reporte señala cómo se han incrementado los ataques contra la industria de transportes, el segundo sector más vulnerado en 2018 después del de los servicios financieros.
«No solo es una cuestión del volumen de los ataques, sino también del calibre de las víctimas. En 2018 vimos más brechas públicas en la industria de transporte que en años anteriores», según el documento.
Durante una entrevista en Forbes, Caleb Barlow, vicepresidente del área de ciberseguridad X-Force en IBM avaló el uso de los condones USB para disminuir la exposición al hackeo.
Además de ese método, la Fiscalía del Condado de Los Ángeles también recomendó cargar los dispositivos directamente desde la corriente y siempre tener de emergencia un cargador portátil.