Es una pregunta que muchos temen escuchar durante una entrevista de trabajo. ¿Cuál es tu mayor debilidad? es una frase que en boca de un potencial empleador pone a sudar a más de un candidato.
Pero ¿cómo puedes responderla de una forma honesta y efectiva sin echar mano de un burdo cliché?
¿Por qué la preguntan?
«Lo que los entrevistadores no pueden conocer con certeza mirando un CV es la verdadera personalidad de alguien. Al preguntar ‘¿cuál es tu mayor debilidad?’, en realidad le están preguntando al candidato: ‘¿son correctas las conclusiones a las que he llegado respecto a ti?'», explica James Reed, jefe de Reed Recruitment, una empresa de contratación de personal de Reino Unido.
«Para ellos esta pegunta es una oportunidad para indagar un poco más en tu carácter», agrega.
Sé atrevido
Sophie Phillipson, fundadora de HelloGrads, una empresa que le da apoyo a recién egresados universitarios, advierte que respuestas como «soy perfeccionista» o «soy terco» están muy usadas. Además, todo el mundo sabe que trabajar con altos estándares o ser obstinadamente decidido no son debilidades, por lo que muchos buenos entrevistadores te pedirán que pienses en otra debilidad.
«Mi respuesta favorita fue de una recién graduada que empezó diciendo: ‘Ah, tengo tantas debilidades que no sé por dónde empezar‘. Hizo reír a los entrevistadores, logró ponerlos de su lado e hizo una demostración de inteligencia emocional.
«Nos dijo que no estaba ‘lista para trabajar’, que acababa de salir de la universidad y tenía grandes carencias de conocimiento, pero que también había investigado todo lo que había podido sobre el sector, había acumulado toda la experiencia que había podido para prepararse y que, además, tenía mucha intuición y aprendía rápidamente».
«Sé atrevido, original y humano si quieres ser recordado», apunta.
Prepárate
A Lewis Constable, un redactor de textos, le preguntaron sobre sus debilidades en una entrevista hace un par de años, pero él se quedó en blanco.
«Perdí el trabajo porque no pude pensar en una debilidad», afirma.
«Me senté allí como 150 segundos, intentando pensar en una y no pude. Y no es que no tenga de dónde elegir: soy una persona bastante autocrítica, así que no ser capaz de ofrecer una respuesta es algo vergonzoso para mí. Pregunté si podíamos volver a esa pregunta luego… no me sorprendió que la entrevista terminara antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo», rememora.
Evita los lugares comunes
«Di categóricamente que eres consciente de tus debilidades y que trabajas duro para superarlas. Evita los lugares comunes. Usa ejemplos de la vida real para demostrar autenticidad y honestidad, dos valores que la mayor parte de los empleadores aprecian mucho», señala Jenny Straumers, una experta en psicología empresarial.
«Sé específico. Subraya una debilidad concreta y muestra lo que estás haciendo al respecto. Así, por ejemplo, no digas simplemente que estás trabajando en tus habilidades sociales. Menciona una habilidad concreta que estés trabajando y diles por qué».
«Explica cómo convertiste tu ‘debilidad’ en algo positivo. La mayor parte de los empleadores quieren ver que te conoces a ti mismo y también que estás aprendiendo constantemente», agrega.
Sé honesto
Lee Biggins, fundador y director de la plataforma de búsqueda de empleo CV-Library, considera que no hay nada peor que alguien que responde a esta pregunta con el cliché de «soy un perfeccionista», «siempre tengo que ser puntual», «me importa demasiado lo que hago» o cosas similares.
«Simplemente no pareces ser genuino y terminas sonando como todos los demás. En lugar de ello, intenta ser honesto con tus respuestas. Si tienes dificultades con un área concreta de tu trabajo, puedes admitirlo en tanto puedas respaldarlo comentando lo que estás haciendo para mejorar en esa área», señala.
«Por ejemplo, podrías decir ‘lucho con la gestión del tiempo, pero es algo que estoy trabajando con el uso de alarmas para asegurarme de que me apego a un calendario estricto'», indica.
Ed Johnson, quien está al frente de PushFar, una web de asesoría para quienes quieren avanzar en sus carreras, asegura que la clave es convertir una debilidad en algo que la organización puede considerar como una ventaja para ellos.
«Hilando con cuidado, con frecuencia es recomendable adaptarse al tono de la entrevista. Si es una empresa más ‘creativa’, entonces admitir que no eres bueno en algunos aspectos de ese rol pero manifestando tu deseo de mejorar en esas áreas puede ayudar a hacer sentir a la organización que realmente pueden ofrecerte formación y que, en definitiva, eres alguien bueno para la organización y ellos lo son para ti», apunta.
… Pero no seas demasiado honesto
El escritor y estratega John Lees ha escrito varios libros sobre cómo hacer una entrevista exitosa y recomienda tener bien preparadas y ensayadas las respuestas.
«Es mejor preparar respuestas cortas sobre las fortalezas y debilidades, escribiéndolas en un papel, diciéndolas en voz alta dos o tres veces y poniéndolas a prueba con un amigo de confianza. Pero hay que recordar que los entrevistadores usualmente admitirán que le otorgan más peso a la información negativa y que la recuerdan con más claridad que todas las cosas positivas que dijiste», señala.
«Nunca reveles información sobre problemas en relaciones laborales del pasado, choques culturales en la oficina, errores críticos como falta de atención a los detalles, feedback negativo que has recibido en el pasado o que te preocupa lo que otras personas puedan decir a tus espaldas», concluye.