El coronavirus que surgió en la ciudad china de Wuhan se detectó ya en varios países y suma ya más de 100 muertos y miles de infectados.
Además, los expertos prevén que las cifrasirán aumentando, lo que tiene a los funcionarios de salud de todo el mundo en alerta.
Esto inevitablemente trae a la memoria otro brote, el del síndrome respiratorio agudo grave, conocido como SARS (por sus siglas en inglés) y causado también por un coronavirus, que mató a 774 de las 8.098 personas infectadas cuando brotó en China en 2002.
«Se tiene un fuerte recuerdo de SARS, de ahí el miedo, pero ahora estamos muchos mejor preparados para lidiar con ese tipo de enfermedades», dice la doctora Josie Golding, de la fundación de investigación médica británica Wellcome Trust.
Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que es una emergencia en China, pero decidió no declarar una alerta internacional de salud pública, lo que sí hizo con la gripe porcina y el ébola.
Sea como sea, son muchas las preguntas que surgen sobre el tema. Los expertos tienen estas interrogantes que más les preocupan.
1. ¿Con qué facilidad se transmite?
Al comienzo del brote, las autoridades chinas dijeron que el virus no se transmitía entre humanos, pero desde entonces se han identificado miles de casos contagiados de esa manera.
Los científicos revelaron que cada persona infectada puede transmitir el virus a entre 1,4 y 2,5 personas.
Esa cifra corresponde a la reproducción básica del virus, y cuando supera el 1 significa que éste es «autosostenible», esto es, los expertos saben que no se extinguirá por sí solo.
Y eso coloca al coronavirus más o menos en la misma liga virulenta del SARS.
Por ahora, sólo las medidas tomadas en China, que incluyen poner ciudades en cuarentena, pueden frenar la propagación.
2. ¿Cuándo se vuelve infeccioso un afectado?
Los científicos en China indican que los pacientes pueden contagiar el virus aun antes de que los síntomas aparezcan.
El lapso de tiempo entre la infección y la aparición de los síntomas -conocido como el período de incubación- es de entre uno y 14 días.
El SARS y el ébola son contagiosos únicamente después de que los síntomas aparecen.
Así que ese tipo de brotes son relativamente fáciles de frenar: se identifican las personas enfermas y se monitorea a las que entraron en contacto con estas.
El de la gripe es el ejemplo más famoso de un virus que alguien puede propagar antes de saber si se está infectado.
La profesora Wendy Barclay, del Departamento de Enfermedades Infecciosas de el Imperial College London, dice que es común que las infecciones respiratorias se transmitan sin síntomas.
El virus se «propaga a través del aire, al conversar con persona infectada o respirar junto a ella», explica.
«No sería muy sorprendente que el nuevo coronavirus haga lo mismo».
El brote del nuevo coronavirus está lejos de ser la pandemia global que supuso la grupo porciona.
Pero los problemas de frenar la «propagación asintomática» hará la labor de las autoridades chinas mucho más difícil.
Lo que no se sabe todavía es qué tan infecciosos son los pacientes durante el período de incubación.
3. ¿Cuán rápido se está expandiendo el brote?
En pocos días los infectados han pasado de ser cientos a ser miles.
Pero el rápido crecimiento de las cifras, más acelerado que el de otros brotes, puede deberse a la mayor capacidad que tiene hoy China de identificar a la gente infectada.
En realidad, hay muy poca información sobre la «tasa de crecimiento» del brote infeccioso.
Pero los expertos dicen que el número real de afectados es probablemente más alto que las cifras que se están haciendo públicas.
Así lo indica un informe del Centro de Análisis de Enfermedades Infecciosas Globales de Imperial College London: «Es probable que el brote de coronavirus surgido en Wuhan haya causado más casos de enfermedad respiratoria moderada o severa de los que se han informado».
Y, durante el fin de semana, investigadores de la Universidad de Lancaster, en Reino Unido, calcularon 11.000 casos de infección. De ser cierto, serían más que el SARS.
4. ¿Cómo se puede frenar el virus?
Se sabe que el virus no parará por sí solo; únicamente las medidas que tomen las autoridades chinas podrán poner fin a la epidemia.
Tampoco hay una vacuna disponible que pueda proveer inmunidad a la población. No obstante, ya se está trabajando en el desarrollo de una.
Se espera que las investigaciones realizadas en torno a la vacuna contra el síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS), que también es un coronavirus, podría facilitar esta labor.
Los hospitales también están haciendo pruebas con fármacos antivirales para ver si tienen un impacto. Una combinación de dos medicamentos —lopinavir y ritonavir— tuvo éxito contra la epidemia de SARS y está siendo probada en China.
Pero, por ahora, la opción más efectiva es evitar que las personas que ya están infectadas transmitan el virus a otras.
Y hasta el momento en China se están tomando estas medidas para lograrlo:
- Limitar el movimiento de la población
- Fomentar el lavado de las manos
- Aislar a los pacientes y tratarlos con trabajadores de la salud con equipos de protección personal
Otros países asiáticos han implementado controles de detección a pasajeros provenientes de Wuhan, y Estados Unidos y Reino Unido anunciaron que harán lo mismo.
Pero hay dudas sobre la efectividad de esas medidas.
Se necesitará un arduo trabajo detectivesco para identificar a todas las personas que hayan entrado en contacto con pacientes infectados para ver si tienen el virus.
5. ¿Podría mutar? ¿Y si lo hace, qué pasaría?
Es esperable que los virus en general muten y evolucionen. Pero es difícil prever qué significa que lo hagan.
La Comisión Nacional de la Salud de China advirtió que la habilidad de transmisión del coronavirus se está fortaleciendo, pero no están claros sobre el riesgo que plantean las mutaciones del virus.
Esto es algo que los científicos estarán observando con cuidado.
«Deberíamos preocuparnos de cualquier virus que explore el cuerpo humano por primera vez, porque ya ha librado el primer gran obstáculo», dice Jonathan Ball, virólogo de la Universidad de Nottinghan, en Reino Unido.
«Una vez dentro de una célula (humana) y al replicarse, puede empezar a generar mutaciones que le permitan propagarse más eficientemente y volverse más peligroso«.
«No queremos darle al virus esa oportunidad»..